El cáncer de piel

La causa principal del cáncer de piel es el sol. Por tanto, si ponemos nuestros esfuerzos en protegernos frente a la exposición solar, podremos reducir el riesgo de padecerlo. Cualquier persona puede tener cáncer de piel, ya tenga una piel muy morena o muy blanca (estos últimos tienen más riesgo de padecerlo).

El cáncer de piel se puede curar si se consigue diagnosticar de forma precoz. Por lo que, es importante tomar precauciones a lo largo de toda nuestra vida. Se recomienda acudir al dermatólogo regularmente para detectar posibles señales de un posible cáncer. Un indicador habitual en esta patología son los cambios que se producen de novo (1), que aparezcan lesiones que no acaban de curar o pecas, lunares o manchas que sangran.

Las manchas tipo lunares o marcas de nacimiento se pueden evaluar con la regla ABCDE:

  • Asimetría. Cuando la mancha no es uniforme y una parte de la misma crece de manera diferente a la otra mitad.
  • Bordes. Cuando son irregulares.
  • Color. Cuando el color de la mancha ha cambiado o la misma tiene más de un color.
  • Diámetro. Cuando el diámetro de la mancha es más grande que el borrador del extremo de un lápiz.
  • Evolución. Cuando la mancha va cambiando de tamaño o de forma, de color o tonalidad, o cuando pica o sangra.

Es importante acudir al médico ante cualquier señal de cambio de los lunares y /o manchas.

(1) De novo: que aparezcan nuevas manchas o lunares

Artículo elaborado en colaboración con Clémentine Pradére y Juan-Carlos Campos, estudiantes de 6º curso de Medicina y voluntarios de Coravis.